Planear una Boda es emocionante, pero seamos honestas, los nervios también son parte del paquete. Entre las decisiones de último minuto y los detalles que parecen multiplicarse, es fácil sentirse abrumada. Pero ¡tranquila! Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para que puedas manejar el estrés y disfrutar de esos últimos meses, semanas o días antes del gran día.
1. Haz listas (¡y prioriza lo importante!)
Las listas son tus mejores amigas. Tener claro qué es lo que realmente falta por hacer te dará claridad mental y te ayudará a enfocarte en lo importante. Divide tus pendientes en categorías: lo urgente, lo importante y lo que puede esperar.
Tip rápido: Usa apps como Trello o Google Keep para llevar tus listas siempre contigo y marcar lo que ya has completado. ¡Tachar tareas es liberador!
2. Reserva tiempo para desconectar
Sabemos que quieres que todo salga perfecto, pero estar 100% enfocada en la Boda todo el tiempo puede desgastarte. Dedica al menos una hora al día a hacer algo que no tenga nada que ver con la planeación: ver tu serie favorita, leer un buen libro o salir a caminar. Esos pequeños breaks te ayudarán a recargar energías.
Idea práctica: Bloquea en tu agenda un “momento libre de Boda” y asegúrate de respetarlo, ¡aunque sea solo 30 minutos!
3. Habla con tu pareja
Es fácil que el estrés de la Boda se interponga en la relación. Recuerda que esto es un trabajo en equipo. Si te sientes sobrecargada, háblalo con tu pareja. Ambos están en esto juntos, y a veces una charla honesta puede aliviar mucha tensión. Compartir tus preocupaciones también fortalecerá su conexión y les recordará lo que realmente importa: ¡el amor que los une!
Frase clave: “Siento que estoy un poco abrumada con los detalles de la recepción, ¿podemos revisarlo juntos y decidir qué podemos delegar?”
4. No busques la perfección
Aunque queramos que todo salga de ensueño, es imposible controlar cada detalle. Aceptar que puede haber pequeños contratiempos (y que no afectarán el amor ni la felicidad de ese día) te dará una sensación de libertad. Si algo sale distinto a lo planeado, solo tú lo sabrás. Así que relájate y recuerda que lo importante es disfrutar.
Mantra para repetir: “Lo perfecto es enemigo de lo bonito.”
5. Duerme bien, come bien
Este consejo parece simple, pero es clave. En los días previos a la Boda, es común que el sueño y la alimentación pasen a segundo plano. Dormir poco o mal solo aumenta el estrés y el mal humor. Haz un esfuerzo por mantener una rutina de sueño de al menos 7-8 horas y, aunque estés a mil por hora, cuida tu alimentación. Comer bien te ayudará a sentirte con energía y a mantenerte en equilibrio.
Tip práctico: Un snack saludable a media mañana o media tarde, como nueces o una fruta, puede mantener tu energía estable.
6. Prueba técnicas de relajación
Si sientes que los nervios están fuera de control, prueba técnicas rápidas de relajación. Ejercicios de respiración profunda, estiramientos o una breve sesión de meditación pueden ayudarte a bajar el ritmo en pocos minutos.
Ejercicio simple: Cierra los ojos, inhala profundamente por 4 segundos, mantén el aire por 4 segundos, exhala durante 4 segundos y repite 4 veces. ¡Te sentirás más tranquila en un abrir y cerrar de ojos!
7. No te olvides de delegar
No tienes que hacerlo todo sola. La familia, los amigos y hasta tu wedding planner están para ayudarte. Aprende a delegar tareas. ¡A veces, compartir la carga es lo más sabio que puedes hacer para evitar el agotamiento!
Frase útil: “¿Podrías encargarte de coordinar a los proveedores de música? Me ayudaría muchísimo.”
Conclusión: Los nervios y el estrés son parte natural de la recta final antes de la Boda, pero con estos pequeños cambios en tu rutina y actitud, podrás disfrutar el proceso sin sentirte abrumada. Recuerda respirar, delegar y, sobre todo, disfrutar del viaje hacia uno de los días más especiales de tu vida.
Y tú, ¿tienes algún ritual o tip para manejar el estrés? ¡Cuéntanos en los comentarios!